Aprobado en marzo el “derecho a reparar” dentro de la UE garantizando la duración mínima de los electrodomésticos de 10 años
Nueva ley a favor del «derecho a reparar»
El Parlamento Europeo aprobó el 25 de noviembre de 2020 una ley a favor de la lucha del “derecho a reparar”. A principios de marzo de 2021 ha entrado en vigor en la Unión Europea con el objetivo de aumentar la vida útil de los electrodomésticos y los dispositivos electrónicos.
Con este nuevo decreto de ley, los fabricantes están obligados a construir productos que sean fáciles de reparar por los propios usuarios. Que no necesiten la ayuda de terceros o profesionales. Desde ahora, cada dispositivo tendrá incorporado un manual de instrucciones para facilitar su reparación. Además, con el “derecho a reparar”, se garantiza que dentro de la UE se registre un menor impacto medioambiental al prolongar el tiempo de uso de dichos dispositivos.
La dinámica habitual para un usuario medio al romperse cualquier dispositivo consistía en llevarlo a reparar a un especialista o informático. En la mayoría de las situaciones, la solución era sustituir el dispositivo por uno nuevo.
El objetivo es conseguir un menor impacto medioambiental
Un estudio realizado por Bruselas recoge que con la aplicación del “derecho a reparar” en todos los nuevos electrodomésticos y dispositivos electrónicos, se dejará de gastar 711 millones de metros cúbicos de agua por año en las reparaciones comunes de lavadores y otros 16 millones de euros en el arreglo de lavavajillas.
Cada año los europeos producen más de 16 kilos de desechos eléctricos por ciudadano. Normalmente esos desechos son electrodomésticos rotos o dispositivos que no han sido capaces de solventar por sí solos los propios clientes. De los 16 kilos de desechos arrojados por cada ciudadano de la UE, diversos estudios han afirmado que el conjunto de la UE sólo recicla un 40% del total. Cada año arroja al planeta altas cantidades de materiales contaminantes y peligrosos para el día a día.
La ministra de Medio Ambiente de Alemania, Svenja Schulze, afirmó a un medio de comunicación del país, que los fabricantes a partir de ahora deberán indicar el tiempo promedio de duración de cada producto. Además tendrían la obligación de tener la posibilidad de poder repararlo si se rompe antes del período estimado. Otra medida más para hacer que cada empresa construya productos de mayor vida útil e informen a los clientes de las propiedades del mismo.
Alarga la vida útil de tus electrodomésticos
El principal cambio que se registra con este real decreto es el traspaso de poder de las marcas a los propios consumidores. A partir de ahora, el proceso de reparación no tendrá que ser realizado por la marca o empresa distribuidora del dispositivo. El propio consumidor tendrá las herramientas y las instrucciones necesarias para solventar cualquier problema básico que pueda presentar su electrodoméstico.
La realidad es, que hasta ahora, los propios fabricantes blindaban sus dispositivos y ofertaban instrucciones complejas y difíciles de entender y llevar a cabo por un cliente que no estuviera familiarizado con el proceso de producción. El objetivo de la empresa fabricante era dar al comprador herramientas suficientes para reparar cualquier problema. Siendo consciente que el comprador no podría solventarlo por sí mismo y finalmente debería acudir a la tienda o marca donde perpetuó la compra.
A partir de ahora, todas las empresas y fábricas de la UE están obligadas por ley a crear un sistema de reparación sencillo y al alcance de cualquier cliente. La empresa debe disponer en almacén de las posibles piezas que se tengan que reparar o arreglar y deben facilitarse al cliente.
La aprobación del “derecho a reparar” se suma en este mes a una lista de diversas iniciativas. Unas iniciativas que luchan conjuntamente para erradicar la contaminación del planeta y proteger el medioambiente. Igualmente, esta nueva ley contribuye a la estandarización de dispositivos con conector USB-C para reducir los cargadores y cables que actualmente se comercializan.